viernes, 29 de marzo de 2019

Hombres y mujeres pasado y presente

Se dice con razón, que el hombre desea ser el primero en una mujer y la mujer desea ser la última en un hombre.

- Si por los hombres fuera, desvirgaríamos al máximo de mujeres, tendríamos hijos con varias, y las abandonaríamos una vez pierden su frescura juvenil.

- Si por ellas fuera, pasarían siendo folladas por alfas en su juventud, hasta encontrar un besta carapadre que las matnenga en sus peores años.

Las sociedades sanas casaban ambos intereses. Se debían casar jóvenes, con ella virgen, dando lo mejor de sí a su marido; pero ellos tenían que ser hombres de verdad, y cuidar de ella, a su prole, y no abandonarla una vez los hijos han sido independinetes. Es un intercambio justo. Ella te daba su virginidad. Tú a cambio aguantabas su vejez. 

En la sociedad actual el interés del hombre no existe, de hecho están tan castrados que se exige que un hombre haga todo eso sin recibir nada a cambio (ni la virginidad, ni siqueira una frescura juvenil), pero sí que aporte, que pague y que cuide (y cada vez más, en casa, mientras mantiene su eficacia en el trabajo). Es una sociedad que nos discrimina. No sólo se nos niega lo nuestro, si no que incluso se manipula la mente de los hombres para que acepten mujeres de cierta edad con bastantes amantes a sus espaldas como si fuera lo norma..

Que no os engañen. Al igual que un coche nuevo tiene un precio y un viejo otro, es moralmente despreciable follarse una virgen y dejarla (rompes su vida y la marcas para siempre), pero es ser un hombre castrado y patético el cuidar a una mujer desvirgada por otros, aunque hoy dia se considere normal.

cuando estés triste y abatido leete esto



te daré un consejo, el planeta es bellísimo. Coge una puta mochila con cosas y vete a ver el lugar más escondido del mundo antes de quitarte de en medio, hasta que aguantes o hasta que un día en un lugar cualquiera te despiertes con ganas de seguir viviendo sólo para seguir viendo lo maravilloso que es el planeta Tierra. No sabes lo afortunado que eres de vivir.

viernes, 1 de marzo de 2019

Relatos del más allá

Una vez conocí a una enfermera, que me conto algo espeluznante, hizo turno de noche y por la mañana se metió en la cama y rompió a llorar, me contó que esa noche se habían equivocado con el personal, donde ella trabajaba (cuidados medios neonatología) sobraba una persona y faltaba una en oncología pediátrica, que si quería ir ella que era nueva y nunca había estado; arropando al último niño le dijo si no podía jugar más, y le contó que veía a otros niños entrar y salir de la habitación en un tren de juguete que le decían que fuera a jugar y le llamaban por su nombre. Se fue a la sala donde el personal descansaba y entre el susto y que no conocía a nadie llevaba mala cara, los compañeros la intentaron animar y al final les contó lo que el niño le había dicho; me contó que la salsa se quedó en silencio y todos con cara triste mirando al suelo, cuando preguntó qué pasaba le contaron que cuando un niño veía a los niños del tren es que se moría esa noche; el niño había superado con éxito todo el ciclo de quimio y le iban a dar el alta esa misma mañana, cada media hora fue a ver si el niño estaba bien, y amenazó a sus compañeros que si era una novatada y «le habían dicho a un niño de ocho años que le dijera eso se la iban a cargar»; en el cambio de turno a las siete de la mañana se murió el pobre chaval.