Causalidad inversa, una de las grandes paradojas de la vida. El atleta piensa, yo tengo este cuerpo porque me lo he trabajado. Aunque hace falta trabajarlo, la dirección lógica suele ser la contraria: porque tienes un cuerpo agradecido te hiciste atleta. Al igual que el matemático se hizo matemático porque tenía facilidad para los números. En el conductismo está muy establecido que mientras más se retrase la recompensa, más difícil resulta el aprendizaje, conducta, hábito, asociación, etc. Si un gordito va al gimnasio, pasa unos meses y no ve mucho resultado, pues adiós motivación. Cuando uno parte de una buena base, y encima hipertrofia fácil, la recompensa llega seguida al esfuerzo. Entonces el esfuerzo merece más la pena y garantiza la adherencia a la conducta.
El que tiene habilidad para una cosa, acaba haciendo eso porque supone una ventaja biológica para su supervivencia en términos darwinianos. Si uno se dedica a intentar sacar partido de lo que no es agraciado, pues malamente. Asi que el gracioso se hace sociable y gracioso, el guapo aprovecha que es guapo y hace cosas donde la imagen es importante, el listo a cosas intelectuales, etc.
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