Los especuladores tenían razón: España será rescatada
El plan de rescate supone el punto final al sueño de la Unión
Monetaria. Podrá reconocerse o no, pero si sólo existen dos formas
–inflación o rescates costeados por Alemania– de que el euro sobreviva,
es que el euro está muerto
Quizá alguien se pregunte de dónde sale la cifra de 750.000 millones
de euros que los ministros de Economía de la Unión Europea acaban de
acordar para, según dicen, proteger al euro y combatir a la "manada de
lobos" de los especuladores. Algunos pensarán que es una manera de
rescatar por completo a Grecia y despejar las dudas sobre el repago de
su deuda. Pero no se dejen engañar, porque al menos los números no dejan
lugar a dudas.
La deuda total de Grecia se espera que ascienda a finales de este año
a 330.000 millones de euros y la de Portugal se cree que llegará a
140.000. La diferencia entre 470.000 millones y 750.000 son 280.000
millones. ¿Les suena de algo esta cifra? Sí, justamente es la cantidad
que la semana pasada se rumoreó que España iba a solicitar al FMI para
poder refinanciar los vencimientos de la deuda de este año.
Lo cual, al margen de los diversos encajes numéricos posibles,
significa dos cosas: una, que Zapatero volvió a mentir como un bellaco
cuando dijo que era "absolutamente falso" que nuestro país necesitara y
estuviera negociando un préstamo extraordinario; dos, que los
especuladores acertaron de lleno. Si alguien quiso meter en la cárcel a
quienes difundían rumores falsos, ahora debería estar reclamando el
aprisionamiento de la plana mayor del socialismo nacional.
Por supuesto, la excusa oficial para aprobar este megaplan de rescate
para Grecia, Portugal y España no ha pasado por reconocer que estos dos
últimos países se encuentran realmente en una situación análoga a la
helena, sino por denunciar que los especuladores han desestabilizado
tanto los mercados que ya no les resulta posible a las economías más
débiles encontrar crédito lo suficientemente barato. Ha sido, dicen y
repetirán, una "profecía autocumplida": tanto se rumoreó que hacía falta
un rescate que al final ha habido que crearlo.
Pero, de nuevo, no se crean estos camelos. Un plan de rescate de
750.000 millones de euros no se crea porque a España se le haya
encarecido durante unos días la deuda 100 puntos básicos. No, el plan se
crea bajo la certidumbre de que la economía española, como le sucedió a
la griega y le iba a suceder a la lusa, tendrá serios problemas para
encontrar toda la financiación que va a necesitar este año, con o sin
especuladores.
Eso sí, habrá que reconocerles a los gobiernos europeos una
maquiavélica inteligencia a la hora de filtrar rumores sobre lo que
piensan hacer, crear con ello el pánico en los mercados, proclamar que
ese pánico se debe a rumores falsos y finalmente hacer lo que pretendían
hacer desde un principio pero justificándolo en la necesidad de
tranquilizar a unos mercados revueltos por especulaciones sin
fundamento.
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