Cómo controlar Windows 7 con nuestra propia voz

Por sorprendente que parezca todavía a día de hoy aún nos encontramos con utilidades de nuestro sistema operativo, con el que tanto tiempo pasamos a diario, desconocidas para el usuario. Programas inherentes al mismo que existen desde que lo instalamos y a los que decidimos no extraer provecho por pura ignorancia. ¿Realmente podemos encontrar a estas alturas un tipo de software interno relativo a Windows que logre cautivarnos?La respuesta es sí, y no solo eso, sino que va un paso más allá a la hora de relacionarnos de forma interactiva con el entorno virtual, que pasa de crear una interfaz de comunicación por medio de texto escrito a moldear un medio de entendimiento empleando como vía nuestras propias palabras; y lo más increíble, es que aunque parezca mentira viniendo de Microsoft, lo cierto es que funciona y se trata de un elemento realmente gratificante y efectivo, más allá de un simple proyecto que despertará nuestra curiosidad.

Cuando insinúo que es un milagro esto último no estoy exagerando, y me da que todos lo sabéis, solo tenéis que pasaros por el artículo que os brindo en este enlacepara comprobar cómo los inicios del programa del que os voy a hablar hoy enWindows Vista fueron realmente desastrosos en el idioma de Shakespeare.

Pues bien, en efecto, hoy os daré a conocer la implementación del sistema dereconocimiento de voz, esta vez en el ambiente de Windows 7 y en perfecto español. Para dar con él es tan sencillo como dirigirnos a “Panel de Control“, hacer un clic sobre “Accesibilidad“, y por ende, repetir este último paso sobre “Iniciar el reconocimiento de voz“. Tres sencillos pasos y lo tenemos a la vista.

Lo siguiente será configurar el tipo de micrófono en función del que dispongamos y realizar un primer ajuste de volumen con tan solo leer una frase en voz alta, según nos indica la ventana emergente (tampoco es preciso gritar, con hablar de forma normal cerca del micrófono basta).

Tras esta primera parte se nos propone superar un completo tutorial como primera toma de contacto con el software y donde se nos guiará a través de todas sus opciones y posibilidades. Ya os adelanto que se trata de un proceso dondeinvertiremos buena parte de nuestro tiempo, pero que se antoja realmente es necesario y cuyo resultado es realmente productivo y satisfactorio.

A través de este tutorial iremos cumpliendo un amplio abanico de objetivos en base a una serie de pasos donde únicamente emplearemos nuestra voz, con tal de familiarizarnos con el programa y sus rutas de comunicación. De esta manera el software, a su vez, va tomando nota de nuestra pronunciación y tono de voz llevando a cabo un registro de todo lo que vamos citando para su posterior uso en la práctica real. La verdad es que el proceso se torna muy ameno y divertido, aunque el resultado de nuestras respuestas esté previamente programado para ir apareciendo de acuerdo a nuestro avance.

Por poneros ejemplos, bajo las órdenes “Activar/Desactivar micrófono” se enciende o se apaga el programa, con el comando “Hacer clic en…” podemos dirigirnos a diversidad de elementos en pantalla (incluyendo la interfaz de nuestro navegador de internet, aunque con menor precisión) o trasladarnos a otra aplicación con “Cambiar a…” o con “Ir a…” (Firefox, Bloc de notas o Menú Inicio, por ejemplo).

Quizás donde resulte más práctico es a la hora de redactar texto hablado, no solo en Microsoft Word sino en cualquier proceso que permita escritura, como por ejemplo esta misma entrada, que podría estar elaborando sin apenas problema de esta manera. Simplemente hay que dictar. Si se quisiera editar, también se nos facilita una amplia gama de opciones como la selección, corrección, eliminación de palabras o la adición de nuevas líneas y párrafos. Todo efectuado de forma intuitiva y simple para nuestra comodidad.

¿Qué pasa si no sabemos qué hacer en un caso determinado? No hay problema. Para ello se nos habilita un comando esencial: “¿Qué puedo hacer?“. Formulando esas palabras se nos abre un desplegable con la mayoría de combinaciones a utilizar para evitar perdernos en el intento. Otra opción destacable a este respecto es la llamada “mostrar números” donde cada opción de nuestra interfaz se convierte en un recuadro dotado de un número adjunto que solo tendremos que citar para posteriormente aceptar tal selección.

Además, con tal de mejorar la experiencia, si así se procede por nuestra parte, es posible llegar  introducir en el registro nuevas palabras, deletreándolas, o bien continuar dictando párrafos, a modo deentrenamiento progresivo, para que el software continúe grabando la forma de expresar nuestro vocabulario, con tal de incrementar su precisión, en términos de detectar correctamente nuestros argumentos.

Así pues nos topamos con comandos de todo tipo destinados a hacernos con el control de nuestro ordenador, o al menos de las aplicaciones más comunes de Windows puesto que el programa no es perfecto, no es compatible totalmente con todos los programas ajenos a nuestro sistema operativo, y como era de esperar, tampoco está exento de fallos a la hora de reconocer nuestra voz (confunde términos, no reacciona conforme a lo esperado, o reconoce otras voces), aunque sean muchos menos de los esperados en esta ocasión.

En mi caso personal, puesto que empleo una cámara integrada con micrófono, he podido comprobar cómo el sonido de los clics del ratón interfiere sobre la navegación, puesto que al analizar el sonido como ruido de fondo y no encontrar respuesta a nuestra emisión vocal, la ralentiza un par de segundos. Ciertamente, esta pérdida de fluidez momentánea se puede evitar directamente con el comando de voz que apaga el micrófono si lo vemos necesario, pero no es nada grave; y ya puestos, tened claro que este programa no va a generar ningún tipo de daño o va a suponer riesgo alguno para nuestro ordenador digamos lo que digamos.

Sin más, no he encontrado mayor tipo de inconvenientes más allá de los citados, por lo que contra todo pronóstico el reconocimiento de voz de Windows 7 me ha sorprendido muy positivamente,  y por lo tanto os recomiendo encarecidamente que le concedáis una oportunidad. No os dejará indiferentes.