viernes, 21 de mayo de 2010

rescate de españa

Los especuladores tenían razón: España será rescatada
El plan de rescate supone el punto final al sueño de la Unión Monetaria. Podrá reconocerse o no, pero si sólo existen dos formas –inflación o rescates costeados por Alemania– de que el euro sobreviva, es que el euro está muerto
Quizá alguien se pregunte de dónde sale la cifra de 750.000 millones de euros que los ministros de Economía de la Unión Europea acaban de acordar para, según dicen, proteger al euro y combatir a la "manada de lobos" de los especuladores. Algunos pensarán que es una manera de rescatar por completo a Grecia y despejar las dudas sobre el repago de su deuda. Pero no se dejen engañar, porque al menos los números no dejan lugar a dudas.
La deuda total de Grecia se espera que ascienda a finales de este año a 330.000 millones de euros y la de Portugal se cree que llegará a 140.000. La diferencia entre 470.000 millones y 750.000 son 280.000 millones. ¿Les suena de algo esta cifra? Sí, justamente es la cantidad que la semana pasada se rumoreó que España iba a solicitar al FMI para poder refinanciar los vencimientos de la deuda de este año.




  Lo cual, al margen de los diversos encajes numéricos posibles, significa dos cosas: una, que Zapatero volvió a mentir como un bellaco cuando dijo que era "absolutamente falso" que nuestro país necesitara y estuviera negociando un préstamo extraordinario; dos, que los especuladores acertaron de lleno. Si alguien quiso meter en la cárcel a quienes difundían rumores falsos, ahora debería estar reclamando el aprisionamiento de la plana mayor del socialismo nacional.
Por supuesto, la excusa oficial para aprobar este megaplan de rescate para Grecia, Portugal y España no ha pasado por reconocer que estos dos últimos países se encuentran realmente en una situación análoga a la helena, sino por denunciar que los especuladores han desestabilizado tanto los mercados que ya no les resulta posible a las economías más débiles encontrar crédito lo suficientemente barato. Ha sido, dicen y repetirán, una "profecía autocumplida": tanto se rumoreó que hacía falta un rescate que al final ha habido que crearlo.
Pero, de nuevo, no se crean estos camelos. Un plan de rescate de 750.000 millones de euros no se crea porque a España se le haya encarecido durante unos días la deuda 100 puntos básicos. No, el plan se crea bajo la certidumbre de que la economía española, como le sucedió a la griega y le iba a suceder a la lusa, tendrá serios problemas para encontrar toda la financiación que va a necesitar este año, con o sin especuladores.
Eso sí, habrá que reconocerles a los gobiernos europeos una maquiavélica inteligencia a la hora de filtrar rumores sobre lo que piensan hacer, crear con ello el pánico en los mercados, proclamar que ese pánico se debe a rumores falsos y finalmente hacer lo que pretendían hacer desde un principio pero justificándolo en la necesidad de tranquilizar a unos mercados revueltos por especulaciones sin fundamento.

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