Por su parte, Los Caminantes (Dolmen) de Carlos Sisi narra la pandemia que hace que los muertos vuelvan a la vida. Gran éxito de crítica y de ventas, Los Caminantes se ha convertido en un referente en la literatura del género en España. El libro se bebe como el agua. Sin tregua. Imposible dejarlo sin conocer que ha sucedido. No se me ocurre mejor piropo para un escritor. Dramáticas y sobrecogedora escenas imposibles sacártelas de la cabeza. En el campamento de Carranque, treinta supervivientes han construído un refugio para mantener alejada la locura de sus vidas. Tienen armas, y aunque esa tarea les agota y les mina psicológicamente, con ellas recuperan cada día un pequeño trozo de la ciudad. Mientras tanto, Isabel envía notas de socorro desde un ático situado en la Plaza de la Merced, pero las notas, arrastradas por el viento, caen perezosamente sobre los rostros de los muertos congregados abajo sin que nadie les haga caso. Málaga ha muerto, sí, pero el prometido descanso eterno no llega nunca para sus habitantes: sólo la negra letanía del sordo rumor de sus gargantas muertas, una canción arrastrada que resuena en todas sus avenidas, en todas sus calles. Por ellas camina también el Padre Isidro, con los ojos velados en una enfermiza locura. Los muertos le cuidan. En su mano lleva una de las pequeñas notas pulcramente manuscritas, y sabe exactamente a dónde dirigirse. Aquí teneis el Teaser trailer Necrópolis, la segunda parte de Los Caminantes.
Por último recomendaros North 40: el guionista Aaron Williams y la dibujante Fiona Staples fusionan a los zombis con Lovecraft. En el condado de Conover la vida parece seguir su curso habitual: la borrachera del fi n de semana del cateto del pueblo, la repetitiva patrulla del sheriff, la fi esta de los chavales del instituto. Pero algunos jóvenes quieren huir de esa rutina anodina y ¿qué mejor que invocar a un antiguo Dios de las profundidades para llenar de terror sus vidas?
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