viernes, 27 de enero de 2012

Una breve historia de casi todo

Este divertido e interesante libro, trata de contarnos, en palabras de un profano, todo aquello que deberíamos de saber sobre el universo, la tierra, la vida y la ciencia. En una entusiasmada búsqueda de conocimiento Bill Bryson, un divertido escritor inglés de libros de viajes, nos va metiendo casi, sin darnos cuenta, en materias tan sesudas como la geología, la astronomía, la química, la meteorología, la biología o la evolución. En general lo he pasado bomba leyéndolo y he aprendido muchas cosas de las que no tenía ni idea, lo único que le reprocho es el tono pesimista con el que termina casi todos los capítulos. A pesar de eso no deberías dejar de leerlo.



Es fácil no reparar en esta idea de que la vida simplemente es. Como humanos nos inclinamos a creer que tiene que tener un objeto. Tenemos planes, aspiraciones y deseos. Queremos sacar provecho constante de toda la existencia embriagadora de la que se nos ha dotado. Pero ¿qué es vida para un liquen? Sin embargo, su impulso de existir, de ser, es igual de fuerte que el nuestro… puede decirse que hasta más fuerte. Si me dijeran que tendría que pasar décadas siendo una costra peluda en una roca del bosque creo que perdería el deseo de seguir. Los líquenes en cambio, no. Ellos, como casi todos los seres vivos, soportarán cualquier penalidad, aguantarán cualquier ofensa, por un instante más de existencia. La vida, en suma, sólo quiere ser.
Si este libro contiene una lección, esa lección es que somos terriblemente afortunados por estar aquí… y en el “somos” quiero incluir a todos los seres vivos. Llegar a generar cualquier tipo de vida, sea la que sea, parece ser todo un triunfo en este universo nuestro. Como humanos somos doblemente afortunados, claro. No sólo gozamos del privilegio de la existencia sino también de la capacidad singular de apreciarlo e incluso, en muchísimos sentidos, de mejorarla. Se trata de un truco que sólo acabamos de empezar a dominar.
Hemos llegado a esta posición eminente en un periodo de tiempo de una brevedad asombrosa. Los humanos conductualmente modernos llevamos por aquí sólo un 0,0001% más o menos de la historia de la Tierra…, casi nada, en realidad, pero incluso existir durante ese breve espacio de tiempo ha exigido una cadena casi interminable de buena suerte.
Estamos en realidad en el principio de todo. El truco consiste, sin duda, en asegurarse de que nunca encontraremos el final. Y es casi seguro que eso exigirá muchísimo más que golpes de suerte.
FIN

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