Stanislaw Lem es uno de los grandes escritores de la ciencia ficción mundial de todos los tiempos. El polaco, fallecido en 2006, cuenta con más de 30 obras y ha sido adaptado al cine, a la televisión, a la radio, al cómic y hasta a la ópera.
hemos querido aprovechar el homenaje que Google le hizo ayer para recomendar tres de sus grandes libros
Solaris: el planeta interior
‘Solaris’ es Lem y Lem es ‘Solaris’. No hay duda de que es su obra más afamada, también la que más atención ha recibido por parte de otros medios y la que ha marcado a numerosos lectores. Es, desde luego, uno de sus libros más perturbadores, también uno de los que menos deja que le traspase la sátira, pero el que cuenta con uno de los ambientes más impactantes de la ciencia ficción.
Solaris narra la historia de Kelvin, un científico que acude al planeta Solaris para sustituir a otro colega muerto y descubrir por qué falleció. Solaris es un planeta sin un sólo metro de tierra, que está ocupado por un extenso océano del que la comunidad científica discute si es un ser vivo pensante o no.
‘Solaris’ es una novela de claustrofobia íntima y, a la vez, de agorafobia espacial, escrita de manera cortante y poco sentimental, y que transmite la desazón de qué es real y qué no y que es inteligible y qué no. Imprescindible es decir poco, como ya comentamos en su día.
‘Ciberiada’: la comedia robótica
Stanislaw Lem afrontó la construcción de sus novelas y relatos sobre robots desde una óptica muy distinta a la de Asimov. Frente a las normas, leyes y paradojas de éste, Lem les plantea libres y bastante humanas en sus pasiones.
‘Ciberiada’ recopila varios relatos robóticos (y ayer sirvió de inspiración para el Doodle) y brilla por todo lo contrario que ‘Solaris’: su fantástico sentido del humor, su capacidad para que de la fina sátira (o desde la parodia absoluta, que ahí queda su tratamiento de las novelas románticas) se deriven análisis filosóficos y sociológicos sobre el hombre.
Es curioso que ‘Solaris’ haya marcado más la imagen de la Lem que su ‘Ciberiada’ o sus ‘Fábulas de Robots’. Aún estáis a tiempo de hacer que Trurl y Caplaucio se conviertan en vuestros personajes cómicos favoritos.
‘El invencible’: cuando el diálogo no sirve
Una nave espacial que acude a un planeta en busca de otros astronautas desaparecidos en misión de exploración. Sí, ‘El Invencible’ parte de un tópico de la ciencia ficción para plantear algo diferente y dar el toque Lem.
‘El invencible’, nave espacial de potente armamento, llega a Regis III en misión de rescate para descubrir que la forma de vida que controla el planeta es una con la que no es posible diálogo alguno. El hombre es quien llega para romper el equilibrio y, por tanto, es quien debe ser eliminado.
En Regis III, una nube negra nacida de antiguos robots elimina cualquier amenaza externa atacando sus mentes y eliminando cualquier rastro de humanidad. Esa atmósfera de terror inminente se suma a las complejas relaciones entre los miembros de la tripulación y la imposibilidad de hacer nada civilizado para evitar el desastre absoluto. ‘Alien’ le debe un par de cosas (o más) a ‘El Invencible’.
No hay comentarios:
Publicar un comentario