Seguimiento masivo en la primera huelga general de curris en Fraggle Rock

Parón total. Así ha transcurrido la primera huelga general de curris en el conocido mundo de Fraggle. Representantes sindicales hablan de un seguimiento del 80 % mientras la Patronal habla de un 6%, un baile de cifras que dificulta el análisis de una huelga que, pese a diferentes percepciones de los agentes sociales, ha sido apoyada por un gran número de curris. Duros enfrentamientos entre piquetes y esquiroles La huelga frente a la Reforma Laboral, que otorga una excesiva flexibilidad a la hora de devorar estructuras, “ha llegado tarde y mal”. Este fue el principal argumento de aquellos que decidieron no secundar los parones. Por su parte, los huelguistas explicaban su malestar con el Gobierno de Juan Tamariz: “No puedo venir a disfrutar, ni dejar mis problemas a un lado si hago una estructura y se la comen esos canallas: Me paso el día haciendo estructuras para que otros se las coman”. “Llevan años comiéndose nuestras estructuras, ocultando los accidentes laborales y ahora ponen una ley que permite a los Fraggle comerse hasta cuatro estructuras diarias. Así no”, explicaba uno de los piquetes informativos ante la cámaras. No cesaremos hasta echar por tierra esta reforma. La huelga, que también fue convocada para los Lemmings, se saldó con un seguimiento del 60%, un 24% que decidió acudir a su puesto de trabajo y un 16% de Lemmings sacrificados al ser arrojados por barrancos, inmolados o manejados para cavar tuneles directos hacia la muerte. Uno de sus representantes sindicales justificaba el parón a los medios. “Nos llevan de un lado a otro, nos ponen a cavar, romper muros y todo para superar pruebas… cuando no obligan a un compañero a excavar para posteriormente hacer saltar al vacío al resto de trabajadores”. En el caso de los Worms, las estadísticas y niveles energéticos hablan de un parón mínimo, siendo la actividad laboral equivalente a la de cualquier otro día laborable. En cuanto a los curris, todo parece apuntar a que los paros continuarán hasta que el Gobierno decida dialogar con los trabajadores y llaman a la solidaridad internacional entre muñecos: “Pensábamos que los Teleñecos estarían a nuestro lado y no ha sido así, esperábamos más de ellos la verdad”.